Por
Elena Luz González Bazán MONAREFA
23
de febrero del 2019
En
un recuerdo rápido y preciso, uno puede consultar qué
significa el 22 de febrero y la respuesta será: LA
MASACRE DE ONCE… porque no fue un accidente…
se debió a la falta total de proteger y velar por la seguridad
de los trabajadores ferroviarios, como de los pasajeros que diariamente
viajan en estos tristes trenes argentinos.
A
diferencia de discursos altisonantes y falaces, estos gobiernos K,
responsables de la masacre, no hicieron nada para que los trenes suburbanos
estuvieran en condiciones.
Aquí,
también tenemos que hablar de los gremios y las supuestas vanguardias…
nadie dijo nada del estado de los trenes.
En realidad, ante la masacre… se quisieron subir al barco de
la protesta…
Desde
el MONAREFA… Juan Carlos Cena alertó
en sucesivos informes e investigaciones que se venía, rememorando
el triste final, como fue la realidad de la disco Cromagnon…
que estábamos ante la presencia de un Cromagnon Ferroviario…
por supuesto, la soberbia de la clase política enancada en
el gobierno, hizo oídos sordos… y siguió el mismo
rumbo luego de la muerte de 51 personas y una señora embarazada
y casi 800 heridos que quedaron, muchos de ellos, con secuelas de
por vida…
Y
nosotros podemos decir que hay otra víctima de aquella masacre…
¿Alguien recuerda el 9 de febrero?… nadie prácticamente
contestaría acertadamente… porque su nombre fue sepultado
rápidamente y la causa quedó dormida…
Leonardo
Andrada, de él se trata… fue el motorman de
la formación de la masacre… es quien la entrega al maquinista
Marcos Córdoba… luego testifica y afirma que la formación
tenía freno largo… o sea, no tenía frenos, no
estaba en condiciones óptimas…
El
9 de febrero del 2013, casi un año después… y
con los dolores a cuesta… muere de cuatro tiros, uno de gracia…
esto sucede cuando iba a tomar servicio en horas de la madrugada…
Los
diarios del momento reflejaron lo sucedido… no le robaron el
dinero que llevaba que no era poco… solo su celular… posteriormente
y a pesar de algunas desmentidas… en el sepelio, su casa fue
intrusada y robada la PC.
El
tiempo pasó y el olvido inundó y enterró su nombre…
solo el MONAREFA no lo olvidó… y cada año lo recordamos…
este año esperamos que alguien lo nombrara… esperamos…
pacientemente…
Ni los seudos delegados, ni los que se dicen o llaman vanguardias
del movimiento obrero… ningún partido obrero y/o popular…
nadie… todos han olvidado al Tatú…
Por ahí,
con un poco de esperanza… pensamos que algún fiscal de
oficio o alguien de la justicia argentina tome esta muerte tan dudosa
e investigue… como alguna vez esperamos que Jorge
Julio López sea encontrado… o se aclare
la muerte en el negocio de Rafaela, provincia de Santa Fe, de Silvia
Suppo…
Simplemente,
Tatú… no te olvidamos…
No podemos
olvidar ninguna tragedia o masacre…